miércoles, 2 de diciembre de 2009

Mi soledad


La soledad pega tan duro y quema como el hielo en la piel. Duele por que deseo tus palabras en mis oídos, tus besos en mi boca. De nada sirve llorar, aunque no niego que en estos momentos quiero salir gritando a buscarte y decirte cuanto me importas.

La realidad, es que cada segundo que pasa compruebo mi soledad, sin llamadas, sin señales, volteo a un lado y al otro y no hay nadie, tan solo mis mormullos que me acompañan por doquier, no quiero ser yo quien los llame, no quiero ser yo quien de señales de vida.

Lo mejor será morir, y dejarme caer, sólo la muerte será capaz de sanar estas heridas, cerrar los ojos sin jamás volver abrirlos, porque de nada me sirve ver como pasan los días tan maravillosos llenos de luz, de color, sentir como la brisa recorre cada aprte de tu cuerpo.

Prefiero dejar el brillo de mis ojos en la luna, así cada que la contemples, me recuerdes; si es que alguna vez fui importante para ti. Por que de mi parte, fuiste lo que me dio vida, eras mi todo, y sin ti la verdad no vale la pena vivir.

Callare mi boca, sólo así dejare de decirte cuanto te amo, mutilare mis manos, sólo así dejare de escribir tu nombre en cada rincón, me sacare los ojos, porque sólo así no podré ver lo feliz que eres al lado de alguien que no soy yo.

Esta será, mi nota final. la nota del adiós a tu nombre, quizás algún día, en otra época, en otra vida, pueda volver a mirar esos ojos y esa sonrisa que eran tan mías, quizás algún día pueda volver a decirte cuanto te amo